El tiempo pasa y le pierdes la pista a mucha gente, personas que formaban parte de tu vida y otras que simplemente lo fueron todo, al menos durante una época.
Pasan las horas, los días, meses y años sin saber nada, y te olvidas...
De repente, un día cualquiera, tu cabeza empieza a remover recuerdos, algunos fomentados por un comentario atemporal olvidado en un blog cualquiera, y otros que ya estaban ahí, en una caja dentro de un cajón en la habitación más recóndita de tu mente.