Levantarte una mañana y que te llegue un mensaje, un mensaje de disculpa de algo de hace más de un año.
Diciendo que hizo mal, que siguió con él por miedo a arriesgarse por si ésto no funcionaba y que desde entonces no se siente agusto y por ello me pide perdón, perdón por no haberlo intentado de verdad conmigo y se arrepiente.
Ya no está con él y piensa en mí, eso es lo que veo, porque si viene pidiéndome disculpas de verdad después de tanto tiempo es porque sigue pensando en mi, y puede que quiera volver a intentarlo, sino no le veo sentido a su disculpa...
Naturalmente le he contestado y hemos hablado, no hay problema alguno, no se aceptan las disculpas porque ambos hicimos lo suyo y ha llovido mucho, pero me sigue llamando la atención que tras un año de habernos visto de forma casual y haber hablado alguna que otra vez me lo diga ahora...
Pero no, ni intentarlo ni pensarlo al menos, han pasado muchas cosas desde entonces y no, yo sigo como estoy ahora mismo porque es lo que quiero y no lo cambio por nada.
Y si de casualidad lees esto, te aprecio mucho de verdad y como buenísimos amigos aquí y donde quieras pero tengo un solecillo dentro de mi que no quiere salir ni yo quiero que salga porque estoy muy cómodo, jamás de lo que llegué a pensar.
Estoy con mi solecillo, mi luna y mi estrella.
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