Me cansé de andar entre montañas duras y rocosas,
me tumbé en la verde pradera de tu mirada
y susurré al viento que me gustaba estar ahí.
Cerré los ojos y así te vi venir,
me dijiste no los abras, no te vayas.
Sigue aquí.
Yo sumiso lo cumplí,
y así seguí.
Finalmente me levanté, te miré y te vi
como nunca sonreír...
Y a día de hoy, 3 de Mayo de 2013, me sigue perdiendo esa sonrisa..
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