Mientras unos se agobian en las profundidades de su día a día, hay gente, como yo, que no tiene ni agua.
Todos alguna vez en su vida han recibido ese apoyo familiar en el ámbito de los estudios, yo lo máximo que he conseguido ha sido discutir para defender mis argumentos de porqué me he apuntado a la escuela oficial de idiomas, consiguiendo pagar la matrícula de bolsillo propio.
Tener 30€ e "invertirlos" en ti y no gastarlos en tonterías, jamás he pedido ningún capricho caro, es más, ni siquiera recuerdo haber pedido algún capricho.
Pero claro, cada familia es un mundo y eso no se entiende.
Aunque realmente eso marca la diferencia de una mente fuerte a una débil.
La fuerte aguanta y se mantiene de forma independiente por muy mal que lo pase.
La débil quiere aguantar pero cree que sus problemas son tan grandes que no puede con ellos.
Normalmente la mente débil está acostumbrada a "cierta comodidad" que sinceramente no ve, y la fuerte no tiene ese bienestar y lo sabe.
La diferencia no es el problema en si, sino verlo realmente y encararlo.
Te entiendo, te entiendo...
ResponderEliminar...lamentablemente me entiendes
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