Porque hay días buenos y días malos, porque algunas mañanas te levantas y lo ves todo gris, y otras en cambio ves matices en todas y cada una de las cosas, porque nunca se sabe que es lo que te deparará el día, y por eso y más siempre le dedico una sonrisa al mundo, porque nunca sabes el efecto que tendrá tu sonrisa en aquella persona que la verá.
Porque simplemente hay veces que sin saber como ni porqué el día te depara una sonrisa y entonces el que sonríe es tu espíritu, y todo merece la pena de nuevo, porque al final, sólo quedan los buenos recuerdos.
Ajeno.
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Burbujea pues...