Tú y yo, uno

Quiero dibujar tu cuerpo con caricias en mis sábanas, besarlo lenta y cuidadosamente, y enmudecerte
amándote.
Quisiera que fuésemos de nuevo poetas del alma y esclavos de besos.
Te prometo que secaré cada lágrima que abandone tu rostro con cariño, renaciendo así cada mañana con mis dedos sobre tus poros acariciando tu corazón.
Seré el pincel de tu lienzo, el cuadro de tu vida.
Brillarán nuestros pupilas al amanecer, nuestros cuerpos palpitarán al unísono y guardaré con amor cada segundo que me regales en el baúl de mi alma.
Saborearé cada noche tus besos llenos de miel y la paz que me dan.
Tendrás así la tinta de mí ser plasmada en tus papeles, a mi alma pendiente de tu corazón por siempre, alma esclava de las horas eternas que deseo vivir junto a ti y en ti.