miércoles, 28 de noviembre de 2012

Dudas en tu caminar

Las personas, como un ciudadano más del universo, en un nomento terminado de su vida se plantea, queriéndolo o no, su existencia.

Con la existencia van ligadas todas las exigencias y objetivos de la persona.

Se pregunta el motivo de la situación de todo lo que le rodea, con el fín de encontrar una respuesta acorde a lo que en el fondo busque y que le de un rayo de luz en su camino en forma de esperanza o libertad.

Para ello se duda hasta de lo más obvio y se rechaza lo seguro. La persona se sumerge profundamente en sí misma esperando encontrar ese algo.

Es un nomento inevitable en la vida, antes o después todos nosotros nos hemos planteado ésto o lo haremos.

Y hay que verlo como parte de la vida, como un camino paralelo que seguimos en nuestro interior, separados del mundo, pero al fín y al cabo solo es una camino paralelo a la vida, y es un camino que antes o después se vuelve a unir, y que aún estando separado sigue rozando nuestro caminar.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Siempre hay estrellas que aparecen en noches sin luna.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Solamente es una sensación, un cambio de mentalidad que se queda en eso, en la mente.

jueves, 22 de noviembre de 2012

martes, 20 de noviembre de 2012

¿Cómo acostumbrarse a sentir?

Yo no sé como va a terminar todo esto, ni sé que piensa ella ahora mismo.

Es recordar y verlo todo tan distante que parece mentira, la sensación de que ella no va a recordar nada de esto, que simplemente se irán sin más, los recuerdos se irán...

Yo no lo quiero y creo que ella tampoco.

Los sentimientos son algo muy grande y abstracto para ser interpretados por simples mortales. Nosotros, las personas de a pie, no valemos para eso, se nos escapa.

¿Cómo acostumbrarse a sentir?

No sé puede, es algo a lo que nunca fuimos preparados y que nunca deberemos esperar.

lunes, 19 de noviembre de 2012

domingo, 18 de noviembre de 2012

sábado, 17 de noviembre de 2012

Invencibles

Seguimos siendo invencibles, creelo y no nos fusilemos.

Tengo el alma coja y los pies entumecidos.

Doy asco

Soy una persona que produce asco a su alrededor, una perdona que no sirve para nada...

He visto ante mis ojos el marchar de mi luz ante mi sangre temblorosa de impotencia.

Soy un inútil y jamás me voy a perdonar lo que acabo de permitir ni las formas que he usado para ello. Me he comportado como un imbécil que por mucho dolor que lleve en mi, ella sigue siendo mi luz incandescente.

Y aunque no encontremos solución, no puedo vivir con ese mísero "adiós" al haber compartido tantísimos momentos y sentimientos en 11 meses.

Simplemente no se lo merece.

martes, 13 de noviembre de 2012

Aquí

Nunca había mirado al acantilado tan cerca, hoy lo he hecho, me he asomado.

No está solucionado pero siento una ligera brisa...

Seguimos aquí.

Acabo de pisar en territorio enemigo, y puede que pierda un brazo, a alguien, o que me pierda yo mismo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Ese es el peor de los silencios

Acostumbrarse a oír y decir "te quiero" con facilidad, con sentimiento del que es de verdad.

Dejar de escuchalos, decirlo y no obtener respuesta. Ese es el peor de los silencios.

Un silencio apagado y doloroso que te apuñala donde creías que era el hogar de otra persona, el de tu otra mitad.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Somos los mismos

Días y días igual, destrozándome por dentro por no comprender nada de lo que pasa a mi alrededor.

Días pensando en qué hacer, en cómo resolverlo y sigo sin respuesta.

Pero no, porque no hemos perdido la normalidad, seguimos igual pero sin calma. Y yo, con la ausencia de mi sentido voy a ayudarla, porque cree que pasa algo y es todo lo contrario.

Necesita días y yo se los doy, necesita sonrisas y yo se las daré, necesita caricias y mías serán las que reciba, necesita miradas y mi mundo con ella verá a través de mis pupilas.

Está bien, estoy bien. Estaremos bien.

domingo, 4 de noviembre de 2012

En mi cama...

Tengo vértigo de las miradas cálidas, de los tiempos completos y de las noches sin oscuridad, tengo miedo del olor de la brisas, del sentimiento de las caricias y de los besos enfermizos.

Desde mi cama, escondida en la profundidad de la noche, no le tengo miedo a nada, ni vértigo ni escalofríos.

En mi cama solamente me siento vacío y sumiso ante mi mente, víctima de las cuerdas del desasosiego y de las cadenas de la soledad.

En la noche, acostado en mi cama, admito que te echo de menos como podría desear una misera gota de agua tras varios días en el desierto, mis ojos se abren entre las sombras para buscarte y son mis manos las que rebuscan incesantemente entre las sábanas esperando palpar un simple roce de tu piel.

El palpitar de tu sonrisa es buscado locamente por la inestabilidad de la mía, y tu silueta humeante aparece entre los hilos de lo que llamo mente.

jueves, 1 de noviembre de 2012