domingo, 15 de enero de 2012

Silencio

La perfección
no tiene definición.
Aún conservo en la memoria ese momento
En el cual veía un par de luceros
Que reflejaban mi rostro.
Una desgarradora mirada de un tono verde intenso
Que reflejaba
la mayor mediocridad del marrón de la mía.

Una boca enmudecida por la ocasión.
Tantas cosas en las que pensar
y ninguna que pronunciar.
Pensamientos silenciados
Por lo más profundo de tus labios.

Yo, enmudecido sin palabra alguna.
Con el ver de esa gran laguna
De momentos único
Y de verso escaso

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