Hoy llega septiembre y con él la despedida de este verano, ha sido un verano extraño en muchos sentidos, han habido momentos duros que han cambiado mi forma de vivir y otros buenos que me han aportado esperanza.
Me he despedido de varias personas, unas muy importantes y presentes en mi vida, y otras que no han llegado tan alto. Por una parte me encuentro decepcionado conmigo mismo por creer que era importante, de alguna forma, para aquellas personas y ver que finalmente no era así. Decepcionado a la vez por tratar a gente como amigos y darte cuenta de que en realidad no lo son.
Ha sido un verano extraño y duro, no voy a mentir, y he visto muchas cosas tanto agradables como desagradables. A alguien a quien quieres acompañado de otra persona, supuestos amigos con otros grupos, círculos cercanos inexistentes movidos por los intereses y otras cosas que no me agrada contar.
Pero hoy me he levantado positivo, en unos días mi vida se encauzará en una corriente distinta de la que actualmente empuja mi vida y estoy feliz, feliz y contento por intentar algo en lo que me estoy esforzando como nunca, movido por las ganas que rara vez salen a la superficie.
Hoy me ha dado el sol en plena cara y me ha llenado de optimismo.
Deseo a todas esas personas que disfruten su camino, y espero que hallen, donde están buscando ahora mismo, su felicidad.
Lo que sabemos es una gota de agua, lo que ignoramos es el océano.
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