Liberación nocturna

Aunque sé que pocos leerán estas palabras quiero hacer mención a esos 500 días que no hace mucho acabaron para siempre.

Por cobardía y para no remover las cenizas de lo que en sus días fue un gran incendio declaro que no albergo ni albergué pizca de rencor por los hechos que acontecieron en su tiempo. Una bifurcación del camino se abrió al frente del ocaso de nuestras vidas. Tú pronto saliste corriendo a ver qué es lo que te esperaba y hallaste la felicidad en un sol radiante nunca visto, yo más tardío caminé lentamente y con miedo hacia un sendero que me miraba con dudosos ojos de incertidumbre.

Ahora, tras muchos kilómetros andados en distancia vuelvo a escribir pensando en un ayer, no para demostrar nada -y más aún sabiendo que estas palabras mudas caerán en la fosa del olvido literario- si no, supongo, que debido al silencio de la noche y a que su infinita sombra incita a ciertos temas de los que hablar, por muy tabú que éstos parezcan.

Fue doloroso ver como tu felicidad, mi antigua felicidad, emanaba de otras fuentes pero a la vez fue un proceso más que necesario para impulsarme a nuevas oportunidades que la vida me ha brindado, aún tardías pienso que merecidas.

Al principio no entendía esa sensación de necesidad de compartir pensamientos con otras mentes al haber sufrido lo insufrible, no te comprendía pero ahora sí y pequé de inepto. Me ha costado más que si un gato empuñará pluma y empezará a escribir rimas en verso pero lo he conseguido, he rehecho mi vida en todos los aspectos posibles y he aprendido a ser feliz gracias a que me han enseñado a crear mi propia felicidad, o lo que vulgarmente se conoce como felicidad.

Aunque tus miradas esquivaron vagamente mis pupilas la última noche que fortuitamente nos cruzamos, no hallo rencor ni maldad en mí sí fríamente me pongo a buscar, no hay oscuridad que pueda empujar hacia tu persona ni sombra que te pueda desear, ese es mi mensaje, o pseudomensaje o cuasi mensaje, o solo son palabras mudas con las que rellenar esta entrada por un pensamiento de una noche cualquiera, quién sabe.

Quizás no deberías leerlo por poder malinterpretarlo, quizá nadie debería leer ésto nunca pero no hace mal a nadie (o eso creo) y es mi forma de expresión. Frente al posible conflicto que podría abrir he elegido escribirlo aquí y así escudarme en saber que no provocaré reacción alguna, porque se podría pensar "¿y a qué viene ésto ahora?”, y razón tendrías, pero los juegos de la mente en una noche como esta solo los entienden otras mentes de similar calibre.