Sus ojos negros

Hoy vengo a contar una historia, mi historia, la historia del desamor y la recomposición del alma, de ser una arrugada semilla a renacer cual fénix convirtiéndome en un gran roble.

- ¿Y cómo?
- Por ella hijo, por sus ojos negros.


Como todo lo importante de esta vida empieza con un chica, o con varias, o más bien con la ausencia de ese alguien especial que te hace vagar inútilmente por la vida. Tu alma se ve desdichada y rota, vacía y sin sentido pero como siempre pasa, aparece alguien: en mi caso una mirada oscura con una gran sonrisa.

Fue una tarde, ella llegó antes y antes de escuchar su hola ya supe que era especial, entramos y no hacía más que reír. Al marchar supe que ella era la chica de los ojos negros, la que tanto había anhelado. Lo supe porque así lo sentí, y hacía tiempo que el calor de la vida no me daba una señal tan clara.

Nos volvimos a ver, esta vez en otro lugar. Su risa y su forma de mirar acabaron por hipnotizarme. Quizás este segundo encuentro sirvió para confirmar lo que ambos ya sabíamos.

El tercer encuentro fue mucho más especial, me encontraba como si fuera un niño vagando por sus sombras y entrando en aquella mirada...

Abril, 2015