Que me maten si se bate lo que late contra ná que no seas tú.
Porque yo siempre he sido, cuando todos ya se han ido
el que apaga la luz.
El que espera en el pasillo,
el guardián de nuestra casa.
El que cuando escampa espero
a que empiece el aguacero,
pa salir a ver qué pasa, a ver qué pasa
Y aquí tienes mi escombrera, pa coger lo que tú quieras,
no te detendrán dinteles,
si eres el que nada espera de verano a primavera,
emborronando papeles.
El que le ha engañado al aire pa que no baile con nadie,
el que le ha pegado fuego a todas las naves.
Y de todo habla y de nada sabe.
Y debo vestirme de gala cuando olvido, pero siempre se me olvida
Y casi nunca tengo ganas de empujar entre las piernas de la vida
Porque vuelo si desvelo contra el suelo todo lo que quieras tú.
Que me entierren si se pierden los te quieros antes de apagar la luz.
No me cuentes de las penas que te taladran las venas, déjame de tonterías.
Que mi beso analfabeto nunca he tenido respeto por lo que el mundo decía.
Y te cambio tu silencio por mi voz de aceite hirviendo
si te pasas del montón al carromato de los sueños,
te cambio un conmigo por un ya nos veremos.
Y debo vestirme de gala cuando olvido, pero siempre se me olvida
Y casi nunca tengo ganas de empujar entre las piernas de la vida.
Porque yo siempre he sido, cuando todos ya se han ido
el que apaga la luz.
El que espera en el pasillo,
el guardián de nuestra casa.
El que cuando escampa espero
a que empiece el aguacero,
pa salir a ver qué pasa, a ver qué pasa
Y aquí tienes mi escombrera, pa coger lo que tú quieras,
no te detendrán dinteles,
si eres el que nada espera de verano a primavera,
emborronando papeles.
El que le ha engañado al aire pa que no baile con nadie,
el que le ha pegado fuego a todas las naves.
Y de todo habla y de nada sabe.
Y debo vestirme de gala cuando olvido, pero siempre se me olvida
Y casi nunca tengo ganas de empujar entre las piernas de la vida
Porque vuelo si desvelo contra el suelo todo lo que quieras tú.
Que me entierren si se pierden los te quieros antes de apagar la luz.
No me cuentes de las penas que te taladran las venas, déjame de tonterías.
Que mi beso analfabeto nunca he tenido respeto por lo que el mundo decía.
Y te cambio tu silencio por mi voz de aceite hirviendo
si te pasas del montón al carromato de los sueños,
te cambio un conmigo por un ya nos veremos.
Y debo vestirme de gala cuando olvido, pero siempre se me olvida
Y casi nunca tengo ganas de empujar entre las piernas de la vida.
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