Tu corazón palpitaba de los sentimientos de deseo de tus pies hacia los míos, de tu espalda hacia el cálido roce con mi pecho, de tus labios en mi cuello, de la sangre de tus venas buscando mis arterias.
Tú que siempre buscaste mi alfombra y mi sábana, yo que con pasión te cedí mi cama por una noche de insomnio inolvidable. Tu olor traspasando por mis poros, mi deseo buscando tu calor.
Eso somos tú y yo: el todo y la nada.
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Burbujea pues...