Son días malos con fechas aún peores. Tu mente está totalmente abstraida de ti mismo y quieres paz, paz que no encuentras ni sabes como encontrarla.
La ambigüedad de estos dias es brutal en la cabeza de cada uno que se impone la felicidad a la fuerza. A veces sería mejor perderlo todo frente a no llegar a lo soñado o incluso a lo vivido.
Aunque siempre habría que cumplir con el deber de ver, de forma abstracta, una balanza de sentimientos, emociones, pensamientos y momentos. La compensación te daría el supremo poder de elegir o de ser elegido por otro alguien, o incluso dejar jugar al Azar.
Pero no, como podéis ver, la mente puede jugar malas pasadas hasta el punto de decir cantidades enormes de tonterías sin sentido, como las antes escritas.
¿Dejar jugar al Azar en nuestra vida para que tome nuestras decisiones?, ¿a veces sería mejor perderlo todo frente a no llegar a lo soñado o incluso a lo vivido?
Si alguno de vosotros ha estado leyendo esta entrada y ha asentado con la cabeza al ir leyendo os debo decir que estáis muy equivocados, estáis en un pozo pero hay un mundo fuera de él y no debéis dejar que os consuma.
Mi pozo es muy particular, en sus paredes veo una sustancia líquida pero seca que me impregna todo el cuerpo, y me creo el dios, señor y amo del mundo, porque mi pozo me lo impone así, y así es como lo veo y sobre todo me lo creo.
Pero no, la ilusión de que si el pozo nos consume será de un modo u otro lo que debemos esperar es eso, una simple ilusión.
La vida es una mera cadena de contradicciones, pero el pozo no nos distancia de ella.
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