Esta mañana he ayudado a un caracol a escalar una pared,
cuando casi estaba en la cima cayó rodando,
casi pude oler su frustración.
Lo tomé en mi mano, imaginando su aliento entrecortado,
y tras examinarlo un rato maravillada por sus formas y texturas
lo deposite nuevamente arriba para ahorrarle la escalada.
Luego pensé:
¿...cuando regrese a su hogar, junto a su familia caracolil
contará que fue abducido durante unos minutos?
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Burbujea pues...