El humo, la ciudad, las carreteras,
las señales, las calles, los hoteles,
el eco de tu voz en las trincheras,
el miedo al despertar de los infieles.
Las cicatrices rotas, la esperanza,
la nostalgia, tus lienzos, mis pinceles,
el peso de mi pluma en tu balanza,
el alba que deshoja los claveles.
Las ruinas, los recuerdos, las cenizas,
las caricias dormidas en tu almohada,
mis pupilas latiendo a contraluz.
El vals de las pasiones enfermizas,
mi voz cuando se embriaga en tu mirada,
mi cara derrotada por tu cruz.
El ruido, la ilusión, las estaciones,
tus pisadas, mis huellas, tus caminos,
el polvo que se hacina en los rincones,
pasiones derrotadas por molinos.
Desnuda la ilusión, dos corazones,
despedidas, retales, marejadas,
mis ojos supurando lagrimones,
las almas que se enredan abrazadas.
Los celos, las miradas, el sentido,
los labios que se citan en secreto,
tu cuerpo retratándose a trasluz.
Las horas que devoran lo prohibido,
los besos que se roban por decreto
mi cara derrotada por tu cruz.
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